Hola chicos. Siento haber tardado un día en subirlo pero estuve bastante atareada ayer. En fin, espero que os guste este capítulo. También quería informaros (a los que no lo sepáis aún) que Lorde compondrá parte de la sountrack de Sinsajo y yo estoy super emocionada con la noticia porque mi amor por Lorde es... incondicional. También quería informaros que esta parte de la historia terminará pronto y dará lugar a la tercera y última. Y no sabéis las ganas que tengo de escribir esa. En fin os dejo leer ya.
Saludos ^^
-¿Por qué?
- mi voz es apenas un susurro ahora que se ha recuperado de la sorpresa.
Sigo
sentado en el sofá, con las piernas cruzadas y el ceño fruncido, con la vista
clavada en el oscuro cuero de los cojines. En cuanto formulo mi pregunta, Madge
se levanta.
-Porque no
confío en él, pero tú sí. – por el rabillo del ojo veo como sus brazos caen a
ambos lados de su cuerpo - Voy a asegurarme de que no hace nada, Gale.
Y se
marcha. Giro un poco la cabeza en su dirección, lo suficiente para verla desaparecer
por la puerta de la estancia.
¿Que no haga
nada? ¿A qué se refiere? ¿Cree que mi hermano me hará daño? ¿Acaso cree que,
una vez en la arena, mi hermano puede resultar ser peligroso para mí? ¿O tal
vez sea por ella? ¿Va a protegerme? ¿Tal es su sospecha sobre Rory que se
aliará con él para controlarlo? ¿O lo hará para que yo no pueda beneficiarlo
sólo a él? Miro fijamente el punto por el que ha desaparecido la chica, incapaz
de pensar con claridad. En mi interior ha crecido el temor, un temor
incontenible. "Si confiaras en tu hermano, no tendrías miedo", piensa
mi subconsciente. Y tiene razón, no confío en mi hermano. Su mirada, su
sonrisa... no son las mismas que las del chico con el que crecí en la Veta.
Pero aun así, insisto en darle una oportunidad. Aún confío en recuperar algo de
mi familia, por pequeño que sea.
-Yo no me
pongo eso.
-¡Gale! -
me reprende Portia, aparentemente bastante dolida. Pero esta no estoy dispuesto
a rendirme.
-Portia,
¿no puedo ponerme uno de los trajes que no me puse en la Gira de la Victoria?-
digo, avanzando hacia el armario donde guardo la ropa "normal" - Me
gustan los colores oscuros o sencillos, el marrón, el blanco... – me doy la
vuelta y miro el traje que Portia ha sacado de la bolsa con desconfianza - ¡Pero
no el fucsia!
Es el
traje más ridículo que he visto nunca. Una camisa plateada con extrañas
espirales amarillas fosforitas que simulan una especie de corbata. La chaqueta
es rosa y los pantalones, por encima de la rodilla, negros; pero conforme bajan
hasta los tobillos, se llenan de complicados intrincados rosas y amarillos
fluorescentes.
-Ni se te
ocurra – mi estilista me da un golpe en la mano cuando intento coger una
chaqueta de cuero granate - Hoy son las entrevistas y tienes que ir
espectacular.
-¿No se
supone que las estrellas son los tributos de este año? ¿Por qué tengo que ir yo
espectacular? – pregunto, notando como la rabia asciende por mi garganta. Aún
no me he recuperado de la impactante noticia sobre la muerte de mi hermana,
pero he tenido que pasar toda la mañana en los peligrosos brazos de mi equipo
de preparación. Y ahora tendré que fingir ante todo Panem que estoy deseando
que empiecen los juegos. Y, para colmo, con ese ridículo traje.
-Oh -
Portia hace un puchero y me coge por la mejilla - Lo siento, Gale. – se disculpa,
como si pudiera leer mis pensamientos - Pero sigo siendo una habitante del
Capitolio y, de vez en cuando, surge mi ansia de ropa llamativa. - en un nanosegundo,
su expresión cambia radicalmente y se convierte en una mirada de superioridad -
Y ahora, ¡vístete!
Pongo los
ojos en blanco, pero hago lo que me dice. Portia no está nada mal. Es agradable
y encantadora, pero en momentos como éste me encantaría estar a miles de
kilómetros de distancia.
Effie y yo
esperamos en los ascensores a que aparezcan los tributos acompañados de sus
estilistas. El primero en llegar es Rory, que lleva un traje marrón oscuro
lleno de lentejuelas y brillos, bastante sencillo comparado con el mío. Tal y
como esperaba, me mira de arriba a abajo y no se molesta en reprimir una
carcajada.
-Pero,
¿qué llevas puesto? - pregunta entre risas.
-No me
hagas hablar del tuyo - lo fulmino con la mirada y él aprovecha para ponerse la
chaqueta recta con aire despectivo.
Pocos
minutos después aparece Madge, y el corazón se me encoge. Está espectacular.
Lleva un vestido azul cielo sin tirantes. La falda está partida en dos: larga por
detrás y corta por delante. Además, lleva unos zapatos plateados de tacón que
realzan su figura esbelta. El pelo le cae en tirabuzones sobre los hombros, y
brilla más de lo normal. ¿Qué productos le habrán aplicado?
-Chicos,
podéis cerrar la boca - comenta Cinna detrás de ella, mirándonos a mi hermano y
a mí.
Cierro la
boca rápidamente, mientras siento cómo se me enrojecen las mejillas. Mi hermano
parece igual de incómodo que yo, y Madge nos mira sonriente a los dos.
Radiante.
-¿Vamos? -
pregunta Effie, pulsando el botón de llamada del ascensor. Las puertas del
enorme cubículo se abren en seguida y entramos todos con cuidado de no aplastar
el enorme vestido de Madge.
Cuando
llegamos a la planta en la que tendrán lugar las entrevistas, vemos que casi
todos los tributos están reunidos, esperando para subir al escenario. Me
despido de Rory y Madge con dolor. Esta es la última etapa. Cuando regresen a
la planta doce, comenzará la cuenta atrás para los juegos.
Nos
sentamos entre el público, en las primeras filas, con el resto de mentores. Los
estilistas tienen una plataforma especial desde donde se les podrá enfocar
mejor cuando llegue el momento de alagar sus diseños. A mi alrededor se
aglomeran todo tipo de seres, a cual vestido de forma más ridícula. Me alegra
que Carlo nunca haya propuesto el hacerme ninguna extravagancia en el pelo, ni
haya tenido que ponerme pelucas de colores chillones, como el resto de los aquí
presentes.
Comienza a
sonar el himno de Panem y los tributos aparecen, en fila, por un extremo del
escenario, y se sientan en los mismos sillones en los que yo me senté hace
exactamente un año. Rory y Madge están situados en uno de los extremos y parece
que evitan mirarse. Incluso se diría que Madge se sienta todo lo lejos que le
permite el sillón. Aparece Caesar Flickerman, con su pelo verde azulado,
radiante, y saludando con energía al público, que está histérico. Caesar hace
unas cuantas bromas sobre los juegos de este año para calentar el ambiente y
explica que cada tributo tiene tres minutos para su entrevista.
En cuanto
se sienta en uno de los enormes sillones que hay sobre la plataforma, suena la
sirena que anuncia el comienzo de la entrevista del tributo del Distrito 1. El
chico alto y delgado sube a la plataforma y estrecha la mano del presentador,
al que le saca dos cabezas. Hablan sobre el distrito profesional y el honor que
conlleva ganar. El chico le sigue la corriente sin mucho entusiasmo. Recuerdo a
Marvel, haciendo hincapié en lo seguro que estaba de sí mismo. La diferencia no
podría ser mayor.
La
entrevista con la chica del Distrito 1 es bastante extraña. Lleva un vestido
ajustado de cuero negro, lo que resalta la palidez de su piel. Caesar intenta
informarse sobre su enfermedad, pero la chica no deja de dar rodeos. Tengo la
impresión de que intenta, por todos los medios, evadir su debilidad. Y, aunque
esto puede alejarla de los patrocinadores, a mí me resulta admirable. Con lo
fácil que sería aprovecharse de su propia enfermedad para causar lástima…
Me
interesa especialmente la entrevista de los tributos del Distrito 2. Ambos se
muestran arrogantes durante las entrevistas. El chico impone desde el primer
momento, seguro de sí mismo, lo que me hace sospechar que sea experto en los
juegos. Seguro que pasó largas horas entrenando. Y la chica parece realmente
mordaz... y me recuerda a Clove, solo que en su mirada tan solo hay rencor.
En seguida
sube a la plataforma Gareth. Los habitantes del Capitolio estallan en murmullos
porque, en persona, el parecido con Finnick es aún mayor. El chico se sienta en
el sillón con las piernas cruzadas y junta las manos sobre el pecho. Ahora me
percato de que es la primera vez que lo oiré hablar por sí mismo.
-Bienvenido
al Capitolio, Gareth. Dinos, ¿cómo te sientes?
-¿Cómo te
sentirías tú si fueras de camino a una muerte segura?
Incluso yo
suelto una exclamación. El caos estalla entre el público. Toda la entrevista se
está emitiendo en directo y no podrán cortar esta escena. ¿Acaso quiere morir
este chico antes de llegar a la arena? Caesar parece anonadado, e intenta
recuperar la compostura de forma bastante profesional.
-Bueno, no
es una muerte segura. - comienza, haciendo callar a la multitud - O eso creo,
teniendo en cuenta la gran puntuación que has obtenido: un once. Realmente
impresionante. De hecho, tenemos dos onces este año.
-Supongo
que ha sido suerte - contesta Gareth, encogiéndose de hombros - O puede que el
resto de tributos sean demasiado incompetentes.
Las
cámaras se centran en los rostros del resto de tributos. Madge está
estupefacta, mientras que mi hermano Rory, al igual que la mayoría, mira a
Gareth con rencor. Su compañera del Distrito 4, pelirroja y menuda, parece
realmente divertida. Comienza a caerme bien el chico, y admiro enormemente su
valor. Aunque algo me dice que no tienen nada que perder en casa, y eso le da
la valentía que no tuve yo en decir lo que pensaba. Él lo ha dicho, y no se
arrepiente en absoluto.
-Eso te
crea enemistades - comenta Caesar en tono confidente.
-En
realidad, todos somos enemigos, Caesar. Sólo uno podrá volver a casa. – comenta
el chico de forma inteligente.
-¿Lucharás
por ser tú? - parece que la respuesta a esa pregunta le interesa de verdad, después
de todo lo que ha expresado Gareth.
Me giro
para observar el rostro de Finnick Odair, que parece realmente nervioso,
mordiéndose el labio inferior. ¿Finnick inseguro? Esto es completamente nuevo.
Si es verdad lo que me dijo Madge y su relación con el chico no es especialmente
buena, debe estar realmente sorprendido, como el resto de nosotros.
-¿Quién no
lo hará, Caesar? - pregunta éste a modo de respuesta, y suena la alarma que
indica el final de su entrevista.
El chico
nos ha dejado a todos sin palabras, y yo soy incapaz de escuchar con atención
las entrevistas siguientes mientras recapacito sobre todas las verdades que ha
dicho Gareth. En verdad, no ha dicho cosas que puedan meterlo en problemas.
Pero el noto de superioridad y de desobediencia puede haberlo convertido en un
enemigo del Capitolio. Aunque, ¿no lo era ya? Todos los tributos de este año lo
son, por eso se comportan de manera tan extraña. Solo me quedo con algunos
detalles del resto de entrevistas, lo que no me califica como muy buen mentor.
Cuando Caesar le pregunta al chico en silla de ruedas que cómo luchará, a este
se le llenan los ojos de lágrimas y, con un suspiro, responde que de la única
forma que sabe. Y poco después llega el momento de mi hermano, que sube con la
cabeza en alto y saluda a Caesar acompañado de su nueva sonrisa de suficiencia.
-Encantado
de poder conocerte al fin, Rory Hawthorne. Realmente encantado - Caesar parece
eufórico, al igual que el resto de habitantes del Capitolio, que no dejan de
aplaudir, gritar entusiasmados y vitorear el nombre de mi hermano, una actitud
que no han seguido con ninguno de los otros tributos. Supongo que la fama de mi
hermano se debe a su grado de parentesco conmigo.
-El placer
es mutuo - responde Rory sonriente, conocedor de que acaba de meterse a
fanáticos de los juegos en el bolsillo.
-Eres
encantador. – ríe el entrevistador - Pero solo tenemos tres minutos y mucho que
hablar. Así que empecemos - Caesar se acomoda en el sillón. Está claro que se
siente de lo más excitado - Has sacado una gran puntuación: un once. En todos
mis años como entrevistador he visto muy pocos. Uno de ellos lo tenía la
compañera de tu hermano en los juegos del año pasado. ¿Cómo te sientes habiendo
sacado una puntuación mayor que la de Gale?
La sonrisa
de mi hermano parece temblar, pero la disimula soltando una carcajada.
-Supongo
que soy mejor que él.
Caesar le
corresponde a la carcajada, y todo el público lo imita. Imagino la situación
desde su punto de vista: dos hermanos intentando demostrar cuál es mejor. Si
Caesar supiera que lo que mi hermano acaba de decir es lo que realmente
piensa...
-Bueno,
¿cómo te sientes con él como mentor? ¿Cómo crees que se siente él...?
-Caesar -
Rory levanta una mano, haciendo que Caesar se quede boquiabierto y no termine
de formular la pregunta. Todos se quedan anonadados - Yo soy Rory. Mi hermano
ganó el año pasado, creo que ya se ha hablado suficiente sobre él.
-Vaya,
esta situación es bastante violenta - Caesar parece incómodo, pero aligera la
tensión con una risa divertida.
-Entiéndelo.
En parte, si estoy aquí, es por su culpa.
Los ojos
de mi hermano han cambiado. Ya no son acogedores, llenos de un fingido afecto y
tranquilidad. Se han tornado oscuros, vengativos y enfurecidos. Y, por primera
vez, soy consciente de cómo se debe sentir. Si está aquí, es por mi culpa. Yo
lo incité a saltarse las normas, obligándolo a marcharse al bosque. Si yo no
hubiera sido tan desobediente con respecto a las normas establecidas por el
Capitolio, no habría ido a los juegos y no me lo habrían arrebatado todo, incluido
su amor y, tal vez, dentro de unas horas, su vida.
Las
cámaras me enfocan. Soy demasiado parecido a mi hermano, sin embargo, a él lo
amo. Y hacia mí sólo siento odio.
Todo se ha
sumido en un profundo silencio. Ignoro el primer plano que están captando las
cámaras de mi rostro y observo a mi hermano, que me mira con malicia. Intento
pedirle perdón con la mirada. Quiero que me perdone. Necesito que me perdone. Y
él parece entenderme, porque, casi imperceptiblemente, niega con la cabeza.
-¿Y tienes
alguna sorpresa preparada para nosotros en la arena? - pregunta Caesar,
rompiendo el incómodo silencio.
-Por
supuesto que sí, Caesar - mi hermano sonríe y, por primera vez, parece él de
nuevo - Una gran sorpresa.
Y ahí
está, la sirena, de nuevo, resonando en mis oídos. La ignoro, incapaz de
apartar los ojos de los de mi hermano. ¿Cómo he podido llegar a esta situación?
Hace un año y dos semanas mi vida era todo lo feliz que podía ser. Pero ahora
lo he perdido todo. Absolutamente todo.
Apenas soy
consciente cuando mi hermano se levanta y baja de la plataforma. Su lugar es
ocupado por la chica rubia con el magnífico vestido azul que Cinna ha diseñado
para ella. Ahora que lo miro así, me doy cuenta de que parece envuelta por una
burbuja de agua.
-Increíble
vestido, Madge. - susurra Caesar - E interesante, desde luego. El año pasado,
la tributo de tu distrito estaba rodeada de fuego. Y este año tú...
-...de
agua - finaliza Madge por él, y sonríe complacida. - Es un símbolo, Caesar.
Katniss y yo éramos muy diferentes, pero ambas éramos peligrosas a nuestra
manera.
-¿La
conocías?
-Por
supuesto - Madge baja la mirada y sonríe con timidez. Es ella misma. Es
valiente y, al mismo tiempo, está destrozada por culpa del Capitolio. - Era mi
mejor amiga. Nunca he tenido muchas amistades, pero ella era... era como yo.
-¿Quién
fue a despedirse de ti entonces, Madge? – Caesar, al igual que el público, parecen
realmente interesados en conocer detalles sobre la chica destrozada.
Veo como
abre los ojos y palidece bajo el maquillaje. La veo llena de miedo, de terror.
Oh, Madge.
-Yo...
Bueno. – retuerce sus manos, supongo que intentando concentrar el dolor en
cualquier otro lugar que no sea su pecho - Vino mi padre pero yo... no quise verle.
El público
ahoga un grito teatrero. No me dijo nada sobre ello. ¿Se negó? Y entonces
recuerdo que se escapó de casa y se dedicó a causar problemas mientras yo
estaba en la Gira de la Victoria.
-¿Por qué?
- pregunta Caesar escandalizado.
-No creí
que se sintiera orgulloso. Ahora sé que me habría apoyado, pero yo no le había
obedecido últimamente. No quería causarle más dolor - las lágrimas inundan sus
ojos y tengo que reprimir las ganas de subir ahí arriba y cogerla en brazos,
abrazarla y bajarla de ahí para protegerla.
-Madge, tu
padre seguro que se sentiría realmente orgulloso de ti. – Caesar coloca una
mano firme sobre su hombro.
-Lo sé.
Por eso voy a luchar - parece recomponerse, y ahora sus ojos brillan llenos de
emoción - Lucharé para volver con él y con mi madre, por volver a abrazarles.
-¿Te
gustaría decirles algo ahora? Todo Panem te escucha - Caesar le sonríe con
calidez.
-Sí.
Quiero decirles que lo siento y que les quiero muchísimo.
Esto
sobrecoge al público y me alegra que Madge también haya sido capaz de ganarse
su amor, al igual que mi hermano, aunque esto no creo que la ayude mucho en la
arena. No creo que los demás tributos pasen por alto este detalle.
-Una
última pregunta, Madge. – Caesar vuelve a incorporarse y apoya su espalda en el sillón - ¿Qué piensas sobre
tener que competir contra el hermano de tu mentor?
Madge gira
la cabeza para mirarme, y sonríe. Intento compararla con Katniss hace un año,
agresiva y temblorosa mientras hablaba de Prim. Madge no parece agresiva, ni
temblorosa, sino que se muestra segura de sí misma. Ha hablado de su familia,
ha descubierto ante todos cuál es su punto débil, pero no le importa. Parece
feliz, como si acabara de quitarse un gran peso de encima. Y, probablemente,
sea así ahora que le ha dicho a su familia que los quiere. Ojalá yo pudiera
hacer eso. Suena la sirena y aún no ha dado la respuesta a la pregunta, pues
sigue concentrada en mí. Pero a sabiendas de que es su última baza y tiene que aprovecharla,
responde pasado el límite de tiempo.
-Confío en
mi mentor.
Y su
sonrisa se ensancha aún más.
Muy entretenido, se supone que en las entrevistas salía primero la chica y luego el chico pero es mejor así, Gareth me ha sorprendido gratamente, un auténtico desafiante en toda regla, entiendo que Finnick esté nervioso, no se llevan bien y aun por encima el chico no le hace caso y hace lo que quiere. Eso sí, tiene un valor increíble xD. (Sigo pensando que es su hermano o algo así, demasiados parecidos.) Lo de Rory me dolió mucho, ese desprecio..., y Madge es encantadora. Sigo sin estar de acuerdo con que acompañe a Rory, pero eso no quita que lo sea y me he quedado enternecida con ese confío en mi mentor. Veamos que pasa ahora en la arena, ¿quién sobrevivirá? tachán, tachán.
ResponderEliminarBueno... digamos que este año cambia el orden jajaja (fallo mío -.-'')
EliminarMe alegra que te haya entretenido el capítulo, intento escribirlos lo mejor que puedo pero últimamente me cuesta demasiado...
En fin, ya veremos qué pasa en la arena.
Hoola!!!
ResponderEliminarBueno, que sepas que me encanta el blog, te sigo. Te pasas por el mío y le echas un vistazillo? micuartovasallajedelos25.blogspot.com
Love it! Me ha encantado querida :3 ♥ Te he dejado un mensaje en el c-box de conversaciones para no llenarte de spam :) Me ha gustado el capi^^^ Espero el nuevo con ansias! te sigo ^^
ResponderEliminarwayra♥
Hoola!! Te he nominado a unos premios, te pasas para responder a las preguntas?
ResponderEliminarBesiiis
Os acordais de la historia de beaty? Vuelve y esta vez terminada, más información aquí:
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