viernes, 28 de junio de 2013

Capítulo 22. Cassandra y Will

¡Hola de nuevo! Aquí os traigo el capítulo número 22. No es muy largo pero creedme cuando os digo que será el último corto, a partir de ahora los capítulos son los más largos que he escrito nunca. Ya casi he terminado de escribir esta historia, aunque solo subiré capítulo los viernes, si no el blog terminaría en una semana. Y es que, como supondréis, todo llega a su fin.Cada vez son menos tributos y en algún momento los juegos finalizarán. Otra cosa que quería deciros es que os quedan tres semanas para mandarme vuestros finales y cuando me los mandéis me gustaría que me lo avisarais por un comentario (no miro muy a menudo mi hotmail). Otras cosa es que me he cambiado el nombre, antes era 'Ana Naranja Atardecer' y ahora soy 'Steve Rae'. Por desgracia muy poca gente sabe a qué viene ese nombre y por eso os recomiendo que os leáis La Casa de la Noche. En fin, espero que os guste y lo disfrutéis.
Saludos ^^



Cassy corre hacia Will y se agacha para observar su herida en el pecho. Will hace un esfuerzo y se agacha para mirarla a los ojos.

-Cassy, no llores. Estoy bien.

-No digas tonterías – dice Cassy sin dejar de llorar – Vas a morir – y llora aún más ruidosamente.

-No voy a morir, soy fuerte. – Will pasa sus dedos por la cara de Cassy, secando sus lágrimas, y la obliga a levantarse. Ésta le hace caso y ayuda a su compañero a hacer lo mismo. Después posa sus ojos rojos en mí.

-¿Tú lo has salvado?

-Sí – veo que mira de reojo a Katniss, que poco a poco consigue recuperarse del ataque.

-Lo siento.

-¿Qué lo sientes? – pregunta Katniss con la voz ronca y cargada de ira.- ¡Casi me matas! –se acerca precipitadamente hacia Cassy, me pongo entre ambas y Katniss me empuja para que me aparte, pero no me muevo. Cassy permanece inmóvil detrás de mí.

-¡Katniss déjalo ya!

-¡Que me devuelva mi arco! – grita con todas sus fuerzas. Comienzo a preocuparme por el ruido que estamos haciendo. Marvel no debe andar muy lejos, buscándonos.

-Toma – dice Cassy, descolgándose un arco plateado del hombro y entregándoselo a Katniss.

Katniss lo coge con fuerza, lo cuelga en su hombro, me dirige una mirada llena de ira y comienza a caminar entre los árboles.

-Katniss, ¿dónde vas?

-¿A ti qué te parece? Me voy a matar a Marvel.

-Katniss no – digo mientras corro hasta donde está y la agarro del brazo.

-Gale, suéltame.

-No – me giro y observo a Cassy y a Will, y sin pensarlo dos veces suelto lo primero que se me pasa por la cabeza – Chicos, ¿creéis que aún estamos a tiempo de aceptar esa propuesta de aliarnos?

-¿Qué? – dice Katniss a mi lado. Después aparta su brazo con violencia. – Yo no me voy a aliar con ellos, Gale. Ni con ellos, ni contigo. – dice hincándome un dedo en el hombro. – Por tu culpa Rue ha muerto, yo podría haberla salvado.

-Katniss, era una trampa. Cato también estaba por allí, ¿crees que hubieras sobrevivido contra dos de los profesionales? No. Y Rue tenía que morir, todos moriremos en algún momento.

-Tienes razón, Gale. Yo voy a morir intentando matar a Marvel, así tendrás a dos tributos menos. No serás tú quien me mate.

Se da la vuelta y comienza a alejarse. Pero yo no me doy por vencido.

-No entiendes nada, ¿verdad? – digo caminando tras ella – No voy a perderte de nuevo aquí, Katniss Everdeen. Te perdí al comienzo de los juegos, en el incendio, cuando te aliaste con Rue, hace unos minutos cuando Marvel casi nos mata a los dos – llego a su altura y la obligo a detenerse. – Solo quedamos siete, y si te digo que nos aliemos con ellos es por alguna razón – esto último lo digo en un susurro, para que Will y Cassy no nos oigan.

-¿Qué quieres decir?

-Hazme caso. Sólo hasta mañana por la noche. Después cada uno seguirá su camino. Confía en mí, Katniss. Confía como confiaba la chica a la que solía llamar Catnip, por favor.

Levanta la mirada y clava sus ojos en los míos. Sus ojos brillan y poco a poco comienza a sonreír.

-Sólo hasta mañana por la noche, Gale.

-Te lo prometo.

Intento desesperadamente ganar algo de tiempo. Mientras seamos tres para defendernos, Clove y Marvel podrían encontrarse; e incluso podría aparecer el tributo del distrito de Rue. Por Will poco podemos hacer, así que pronto morirá. El problema será Cassy, que es bastante letal y más rápida que ninguno de nosotros. Si Katniss y yo estuviéramos aliados seríamos dos contra una y tendríamos alguna posibilidad de vencerla, pero ahora mismo sé que Katniss no confía en mí y dudo que piense en aliarse conmigo para matarla.

Cuando regresamos al lugar en el que están Will y Cassy, ésta le dirige una mirada de suficiencia a Katniss. Después me mira a mí, pero con expresión completamente diferente. Me mira con una mezcla de pena y agradecimiento.

Katniss saca de su mochila un saco de dormir y se acerca a Will con él.

-Creo que no es seguro regresar a vuestro campamento – le digo a Cassy. Ella asiente, sin quitarle la vista a Katniss, que ayuda a Will a meterse en el saco.

-Deberíamos cenar algo. - dice Cassy. - Nosotros tenemos puding, - la miro con los ojos muy abiertos. Y ella se sonroja - Mi padre sabe que es mi comida favorita. - después dirige una triste mirada al cielo.

-Yo tengo un par de pájaros – dice Katniss, que termina de ayudar a Will y comienza a rebuscar en su mochila.

-Yo tengo fruta y pan – digo recordando lo que le quité a la chica pelirroja después de matarla.

Nos sentamos alrededor de Will y comenzamos a repartirnos un poco de todo. Al final acabamos hartos de comer, teniendo en cuenta que llevamos días sin comer en condiciones.

-Disfrutas más la comida cuando sabes que pronto vas a morir, sobre todo si la comida es un banquete como este. - dice Will cuando terminamos de comer.

-No digas tonterías Will, no vas a morir. Ahora duérmete – Cassy se acerca a él y besa su frente.

-Katniss creo que deberías dormir, yo montaré guardia esta noche.

-Yo te acompaño, Gale – dice Cassy.

-No, Cassy. Will y tú habéis tenido un día muy duro. Creo que los dos deberíais descansar.

-Escucha. Te acompañaré en esta guardia y cuando esté cansada despierto a Katniss y que sea ella la que monte guardia contigo, ¿te parece? - la pregunta se la hace a Katniss con tono despectivo.

-Por mi sí – dice Katniss, que se sube a un árbol. Cuando está en lo alto, se asegura con unas cuerdas. Supongo que prefiere mantenerse lo más alejada posible de Cassy.

Estoy en silencio con Cassy un buen rato. Solo se oye la respiración agitada de Will. Ni siquiera sé si Katniss ha conseguido dormirse o no.

-Gracias por haber salvado a Will, Gale.

Miro de reojo a Cassy, que mantiene la mirada fija en el saco de dormir que hay en el suelo.

-No ha sido nada. Se lo debía, él no me mató cuando tuvo la oportunidad.

-Lo sé. -vuelve a formarse un silencio entre nosotros -También siento haber intentado matar a tu compañera.

-Te entiendo. Acababas de ver como casi mataban a Will, entiendo que no quisieras fiarte de nadie – contesto, aunque en el fondo no crea plenamente lo que digo.

-¿Por qué habéis querido aliaros con nosotros?

Suspiro con fuerza. Ni siquiera yo conozco con certeza la respuesta a esa pregunta.

-Necesitamos ayuda, Cassy, al igual que vosotros. El chico del Distrito 1 está completamente loco y sólo piensa en encontrarnos a Katniss y a mí. Es un profesionales muy fuerte y, aunque somos dos contra uno, creo que nos va a costar demasiado matarlo.

-Supongo que a nosotros también nos conviene aliarnos para vencer a los profesionales que quedan. - Cassy deja de mirar a Will y ahora me mira a mí - ¿Has matado ya a algún tributo?

Asiento despacio, casi imperceptiblemente, recordando aún el destello rojo.

-A la chica del cinco. ¿Y tú? - ella niega con la cabeza.

-He tenido más de una oportunidad de matar a un tributo, pero Will me lo ha impedido. No quiere que me convierta en una asesina.

-Si quieres salir de aquí supongo que algún día tendrás que matar, ¿no?

-Supongo, pero seguro que Will encuentra alguna forma de evitarlo.

Entonces abre mucho los ojos y me mira profundamente, como si quisiera decirme algo. Decido cambiar de tema porque seguramente ese 'algo' no deba ser mencionado aquí.

-¿Cómo se tomó tu padre que salieras elegida en la Cosecha?

-Confía en mí. Desde que era pequeña he recibido consejos sobre qué hacer si salgo elegida. Mi padre me ha narrado sus juegos y los de su hermana centenares de veces y siempre aprendía algo que me podía servir.

-¿Su hermana también fue a los juegos?

-Y los ganó, con tan solo trece años – por primera vez desde que estamos en la arena, veo una deslumbrante sonrisa en la cara de Cassy – Justo al año siguiente de haber salido mi padre elegido. Fue su mentor.

-Espera. ¿No gano la madre de Will los juegos después de... - entonces las piezas encajan – La hermana de tu padre es la madre de Will.

-Sí – asiente, aunque tanto ella como yo sabíamos que no era una pregunta. - Y por lo tanto Will y yo somos primos. Pero nos comportamos como hermanos. Hemos vivido siempre en la Aldea de los Vencedores, justo al lado. Ambos somos hijos únicos así que hemos pasado tanto tiempo juntos como pasarían dos hermanos. Pero como yo soy la menor, él cree que tiene la obligación de protegerme. ¿Y cuál es tu relación con...? - y levanta la cabeza, señalando el árbol en el que se ha subido Katniss.

-Era mi mejor amiga. Nuestros padres murieron en la misma explosión minera. Recibimos una medalla por ellos y, desde ese momento fuimos inseparables – omito contarle que no hablé con ella hasta meses después, cuando nos encontramos en el bosque y nos convertimos en compañeros de caza.

-Hablas como si ya no fueseis amigos.

En ese instante comienza a sonar el himno de Panem y el cielo se ilumina con el símbolo del Capitolio. Después salen las caras de los tributos que han muerto hoy. El primero en salir es Cato, seguido de la pequeña Rue. Cuando su cara desaparece vuelve a aparecer el símbolo del Capitolio, y cesa el himno. Nos quedamos en silencio. Marvel aún no ha encontrado a Clove, algo que me tranquiliza.

-¿Quién ha matado a Cato? - dice una voz junto a nosotros, provocando que tanto Cassy como yo nos sobresaltemos.

martes, 25 de junio de 2013

RECOMENDACIÓN

Bueno, hace unos meses propuse que me pasarais fotos relacionadas con Los Juegos del Hambre, y la única que mandó fue una chica que no tenía blog, así que no podía recomendarla.
Ya han pasado muchas semanas de aquello, y esta persona se ha lanzado a escribir con una historia INCREÍBLE que os recomiendo a todos. ¿Por qué?
En este blog, No todo es lo que parece..., Celia nos cuenta la vida de Johanna Mason durante las semanas en las que representaba a su distrito como tributo femenino en Los Juegos del Hambre. A mí, personalmente, no solo es el argumento el que ha llamado mi atención; la escritora tienen una imaginación que ya me gustaría a mi tener y que nos muestra en esta cautivadora historia.

En serio, os recomiendo que la leáis porque merece la pena. Muchísimo. Y creedme cuando os digo que os va a encantar. (:

tencuidadoconlasapariencias.blogspot.com

viernes, 21 de junio de 2013

Capítulo 21. Locura.

Antes de nada, LO SIENTO MUCHÍSIMO. Iba a subirlo el fin de semana pasado pero al final no pude escribir absolutamente nada. Así que alguien me lo dijo por un comentario y le dije que lo subiría el lunes o el martes, pero resulta que tampoco iba a poder (termino los exámenes el lunes y, como es normal, después de una semana casi sin dormir, una quiere tirarse horas y horas durmiendo). Pero después pensé que si no lo subía tampoco alguien podría matarme, así que os lo traigo ya. No tengo nada más que decir, aparte de que TAL VEZ suba dos capítulos a la semana ahora que son vacaciones, no hay deberes, ni exámenes, etc. En fin, espero que os guste.
Saludos ^^



El sonido del cañonazo resuena en mis oídos. Marvel acaba de matar a Rue, pero yo podría haberlo evitado. ¿Por qué no lo he hecho? Ahora tengo que luchar no solo para contener a Katniss, que se retuerce violentamente; sino también para contenerme a mí.

-Puedo oírte, Katniss. – dice Marvel como si no acabara de matar a una inocente niña de doce años.

Por entre las hojas veo que se dirige hacia nuestro escondite. Cojo a Katniss por la cintura con una mano, y con otra le tapo la boca y, poco a poco, la obligo a avanzar de espaldas, arrastrándonos. Nos escondemos tras un árbol, pero Marvel sigue avanzando.

Noto contra mi pecho la respiración agitada de Katniss, quien ahora se retuerce para poder coger su arco. Se gira un poco, haciendo que mis ojos y los suyos se encuentren a tan solo unos centímetros de distancia, en ellos puedo ver como me suplica de nuevo. Quiere matar a Marvel y yo debería dejarla, pero Katniss aún no ha matado a nadie y no quiero que se convierta en una asesina. Los pasos de Marvel se hacen cada vez más fuertes. Con la mano con la que sujetaba a Katniss por la cintura descuelgo mi arco de la espalda. Me es imposible coger una flecha y prepararme para disparar, así que tengo que pensar algo rápido para ser yo quien distraiga a Marvel y que así Katniss pueda escapar.

-Corre Katniss. Cuando te suelte corre todo lo que puedas. – ella niega con la cabeza, pero esta vez no va a salirse con la suya. – Sí, Katniss. Hazlo por mí, por tu madre, por Prim.

Deja de forcejear y poco a poco, dejo de presionar su boca. Ella no emite ruido, pero tampoco aparta sus ojos de los míos.

-No hagas ninguna tontería, Gale. – me susurra.

Cojo una flecha negra de mi carcaj y la coloco en el arco.

-Vete, Katniss.

Ella duda un par de segundos, pero al final comienza a arrastrarse ladera abajo, escondida tras los árboles. Cuando la pierdo de vista vuelvo a poner atención en los pasos de Marvel, que debe estar a tan solo dos o tres metros de mí. Cojo aire y tenso la cuerda de mi arco, un paso más y me levantaré para clavarle esta flecha en el pecho. Vuelvo a oír las ramas crujir bajo sus pies y me preparo para levantarme. Pero un ruido hace que me tambalee y caigo al suelo.

-¿Qué se supone que has hecho, Marvel? – es la voz de Cato. Por suerte, Marvel se ha concentrado más en él que en el ruido que he hecho al caer.

-No tengo por qué darte explicaciones Cato, tú y yo ya no somos aliados.

-¿Has matado a la chica del once? ¿Cómo piensas ahora atraer a la del doce?

-¡Eso no es de tu incumbencia, Cato! - espero que la rabia de Marvel sea por haberse dado cuenta de que sin Rue no va a conseguir matar a Katniss.

-¡Sí lo es! – grita Cato más alto - ¡Porque sin la niña ninguno vamos a encontrarla!

Se hace el silencio y entonces Marvel vuelve a hablar, pero esta vez más tranquilo.

-¿Y por qué no le pides a tu novia que llame a su compañero? Seguro que ese tal Gale va corriendo. 

Podréis usarlo a él para encontrar a la de la trenza. Aunque claro, tu preciosa Clove no está en condiciones de llamar a nadie. – me arriesgo y me asomo un poco tras el árbol. Cato se está poniendo rojo de rabia y sujeta con fuerza el mango de su espada. – ¿Ha sonado ya su cañonazo o aún no?

Entonces Cato coge con ambas manos la espada y corre hacia Marvel, pero está demasiado lejos. Marvel le lanza su arma con todas sus fuerzas y esta se clava en el pecho de Cato, quien grita y cae al suelo. Marvel se acerca despacio y cuando llega a él, saca su lanza de la zona en la que se ha clavado.

-¿Dónde está, Cato? ¿Dónde está Clove? La necesito para encontrar a los dos tributos del doce. Tengo ganas de matarlos a los dos. – Cato emite un ruido y escupe sangre. - ¿No me lo dices? Una pena.

Marvel se agacha y le quita la espada a Cato y, como unos minutos antes había hecho con Rue, acaba con la vida del profesional, provocando que vuelva a sonar un horrible cañonazo.

-Una pena – oigo que susurra – Si me hubieras dicho dónde está muriendo tu compañera no tendría que buscar yo a todo el mundo, Cato. – veo como clava la espada y la lanza en la tierra para limpiarlas de sangre – Va a ser un placer matarla con la misma espada con la que he matado a su enamorado.

Después sale del pequeño prado en el que han quedado dos cuerpos ensangrentados. Yo aguardo unos segundos para asegurarme que no vuelve. Después me pongo de pie, aún temblando. Ese chico se ha vuelto completamente loco y no va a parar hasta encontrarnos a Katniss y a mí. Y a Clove. Tengo que encontrarlas antes de que lo haga él.

Comienzo a correr colina abajo, pero esta vez no puedo llamar a Katniss, esta vez debo ser mucho más silencioso. Marvel habrá ido al lugar en el que hirió a Clove. Espero que ésta haya sido lo suficientemente lista y se haya escondido.

De repente oigo un ruido extraño. Son como miles de gritos agudos. No puedo evitarlo y decido echar un vistazo a lo que sea que está provocando ese chirriante jaleo. Llego a una zona rocosa. Me doy cuenta de que es la misma zona en la que Rue cuidó de Katniss. Sigo avanzando y me encuentro con un pequeño acantilado de siete metros aproximadamente. Echo un vistazo al fondo. Hay cientos de pequeñas ardillas que corren de un lado para otro. Entonces me doy cuenta de que todas intentan juntarse en un mismo punto. Y ese punto es…

-¡¿Will?!

Y entonces me doy cuenta de lo que es. No son ardillas normales, son mutos. El Capitolio debe haberlas modificado genéticamente para que tengan una misión: encontrar a un tributo y matarlo. Al igual que las rastrevíspulas, pero en esta ocasión el tributo al que atacan es Will, quien está en mitad intentando defenderse.

Will mira hacia arriba y me llama. Cae al suelo, rendido, a punto de morir. Entonces recuerdo como en los primeros días tuvo la oportunidad de matarme y no lo hizo.

Me doy cuenta que desde que casi disparo a Marvel no he soltado el arco, ni he destensado la cuerda un milímetro. Así que no lo pienso dos veces y disparo hacia el acantilado. Acierto a una ardilla, pero son miles y no tengo flechas suficientes para matarlas a todas. Intento pensar lo más rápido que puedo y entonces tengo una idea. Me acerco al árbol más cercano y arranco una gruesa rama de él. Después de mi mochila cojo la cuerda con la que me ataba al árbol por las noches para no caer. Ato un extremo de la cuerda alrededor de la rama y la lanzo por el acantilado, sin soltar el otro extremo de la cuerda.

Bajo la marabunta de ardillas, Will comienza a arrastrarse hacia la rama y cuando la alcanza se sienta sobre ella, manteniendo la cuerda entre sus piernas, y me hace una señal para que tire.

Con toda la fuerza de la que soy capaz tiro de la cuerda y noto como, poco a poco, el cuerpo de Will comienza a subir, alejándose de los mutos. Tras varios minutos, consigo subir a Will por completo. Tiene varias ardillas aún enganchas en su cuerpo. Me acerco corriendo hacia él y se las quito, arrojándolas al acantilado. Unas pocas no son un peligro, pero todas juntas… Observo el cuerpo de Will, lleva la ropa rasgada, la cara llena de arañazos y en un brazo le falta un buen trozo de carne. Pero lo peor está en el pecho, donde puede verse una de sus costillas. Me tiende la mano y veo que sujeta algo alargado y negro. Mi flecha.

-Gracias, Will – digo cogiéndola y guardándola en el carcaj.

-Gracias a ti, Gale. Si no fuera por ti ahora mismo estaría muerto.

Lo observo de nuevo. No creo que aguante mucho tiempo con vida.

-¿Dónde está Cassy?

-Salió corriendo cuando vio a las ardillas. Yo la seguía pero siempre ha sido más rápida que yo. De que vio que me cogían intentó ayudarme, pero le grité que corriera. Por suerte me hizo caso.

-¿Quieres que la busquemos?

-¿Crees que estoy en condiciones de buscarla, Gale?

Me acerco y lo cojo en volandas, por suerte pesa poco. Comienzo a caminar.

-Gale, ¿qué haces?

-Ayudarte a encontrar a Cassy.

-¿Por qué?

-Porque tú una vez pudiste matarme y no lo hiciste, por eso.

Guardamos silencio. Tener a Will en brazos me impedirá defenderme si apareciese Marvel, pero siento que le debo algo. Cuando llevamos un rato caminando, Will me pide que me detenga. Le hago caso y lo suelto, pero tiene que apoyarse en un árbol para mantenerse en pie.

-Nuestro campamento está por aquí. Seguramente volvió para recoger nuestras provisiones.

-¿Tenéis muchos patrocinadores? - digo pasando su brazo sobre mis hombros y ayudándolo a avanzar poco a poco.

-Bueno...unos pocos. Supongo que es lo bueno de tener a padres ganadores. ¿Tú has recibido muchos paracaídas?

-Ninguno, pero Katniss recibió uno.

Por entre los árboles oigo a alguien correr. Suelto rápidamente a Will y lo empujo contra un árbol, al que se queda agarrado. Cojo mi arco y una flecha y me preparo para disparar. Los pasos aumentan. No es una persona, sino dos. Entre los árboles aparece Katniss, quien corre hacia abajo y no se percata de nuestra presencia. Detrás de ella, corre una chica rubia que la alcanza enseguida. Lleva un arma como la que tenía Will el primer día que nos encontramos en la arena, una especie de navaja con un mango de espada dorado. Cuando alcanza a Katniss, la coge del cuello y la pega contra un árbol. Katniss se retuerce e intenta coger aire desesperadamente, pero no consigue respirar. Cassy pone su arma junto a su cuello. Puedo ver locura en sus ojos. Disparo la flecha que se clava en el árbol en el que Katniss está arrinconada. Cassy se sobresalta y suelta a Katniss, que cae al suelo, intentando recobrar el aire. Entonces la chica del Distrito 6 clava su mirada en mí. Después sus ojos van hacia donde se encuentra Will, que tiene la cara blanca.
Cassy suelta un grito de sorpresa, su arma cae al suelo y tapa su boca con la manos.

-Will – susurra, mientras dos lágrimas caen por sus mejillas.  

sábado, 1 de junio de 2013

Capítulo 20. ¿Alianza?

Aquí tenéis el Capítulo 20, chicos. La verdad es que es uno de los que más me ha gustado escribir, espero que a vosotros también os guste. La semana que viene no podré escribir absolutamente nada por culpa de los exámenes finales, así que este es un poco más largo. Espero que comentéis (porque en el anterior nadie me ha dejado un comentario). Os escribo dentro de dos semanas.
Saludos ^^


Hace tres días que maté a una persona. Hace tres día que subí hasta el prado donde se encuentra la Cornucopia, que observé a los profesionales recuperarse poco apoco de las picaduras de las rastrevíspulas, que subí a un árbol y me quedé durmiendo como si no hubiera hecho nada. Como si no hubiera acabado con la vida de una persona. Como si yo siguiera siendo la misma persona.

Como cada día al despertar, guardo mi saco de dormir y las cuerdas con las que me ato al árbol para no caer en la mochila y desciendo de éste sin hacer ruido. Los profesionales duermen, y es Clove la que hace guardia en este momento. Me acerco poco a poco al prado y ella viene sin quitar la vista de los dos tributos que están durmiendo junto a la Cornucopia.

-¿Cómo estás? - le digo cuando está lo suficientemente cerca.

-No deberías acercarte tanto, podrían verte.

-¿Y qué? - ella me mira de arriba a abajo y se detiene en mis ojos, yo no parpadeo. - Necesito agua del lago.

Le muestro una botella que tengo en la mano y ella me la quita. Se da la vuelta y comienza a caminar hacia el lago, pero yo avanzo hasta ponerme a su altura, saliendo por completo de mi escondite entre la maleza, y la sujeto por el brazo.

-¿Qué haces? ¿Estás loco? - su mirada, aterrada, va desde mí hasta sus aliados, que siguen sin mover un músculo.

-En algún momento tendré que morir. Además, me deben una.

Comienzo a caminar por el prado y dejo a Clove atrás, al rato ella se sitúa a mi lado.

-Antes te he preguntado cómo estabas.

-Mejor. - se hace un silencio entre nosotros mientras seguimos caminando.

-Me alegro – contesto sin mirarla.

Hoy el cielo está nublado, pero hace una calor horrible.

-Aun no he tenido la oportunidad de agradecerte lo que hiciste.

-¿A qué te refieres? - me hago el tonto.

-Lo sabes perfectamente. - esboza una tímida sonrisa y, por el rabillo del ojo, veo que me está mirando. Yo no puedo evitarlo y también sonrío. - No solo me salvaste a mí, sino que también salvaste a Cato y a Marvel.

-A Marvel ni siquiera sé por qué lo salvé.

Hemos llegado al lago, me agacho y lleno la botella de agua, después le añado unas gotas de yodo para que se desinfecte.

-Yo tampoco lo sé. - dice mirándome desde arriba. - ¿Es que no piensas matar a nadie?

Me pongo de pie bruscamente y Clove da unos rápidos pasos hacia atrás, llevándose una mano al cinturón, donde guarda sus cuchillos.

-Yo ya he matado a alguien.

-¿Tú mataste a la chica del Distrito 5? - pregunta abriendo mucho los ojos.

Asiento con la cabeza.

-Ni si quiera sé por qué lo hice. En parte fue un accidente, pero en realidad no me arrepiento de haberlo hecho.

Clove tiene la mirada fija en el suelo. Me acerco de nuevo al lago y miro mi reflejo en él. Tengo unas enormes ojeras y varias heridas en la cara. En seguida otra persona se une a mi reflejo, y Clove se sienta junto a mí.

-¿Encontraste a Katniss?

-Sí.

-Ten cuidado con ella. Mató a Glimmer e intentó matarnos a todos. Ninguno le tiene mucho aprecio. Puedo intentar que ni Cato ni Marvel la maten, pero al final sabes que lo harán.

-Impídelo – es lo único que le digo.

-Dime donde está.

-No – digo sin apartar la mirada de su reflejo.

-Gale, es para mantenerlos alejados.

-Tranquila, no la encontraréis – me levanto y me descuelgo el arco del hombro. Cojo una flecha del carcaj y la preparo para disparar. - Nos vemos después.

Me doy la vuelta y dejo allí a Clove, contemplando el lago. Yo me interno en el bosque y recorro el camino de todos los días hacia el escondite de Rue. Por el camino cazo un conejo y recojo las bayas comestibles que veo.

-Hoy llegas antes, Gale.

Instintivamente tenso el arco y apunto hacia los árboles. Tras un tronco asoma la cabeza de Rue.

-No deberías pegarme esos sustos, Rue. Aquí no controlo muy bien el arco, disparo con cualquier sobresalto.

Rue baja del árbol y me dedica una gran sonrisa.

-Ya ha despertado. - sin poder evitarlo sonrío y comienzo a correr hacia la zona con piedras que hay más abajo.

Cuando llego veo a una chica de espaldas. Lleva el pelo recogido en una trenza. En sus manos tiene un arco plateado y, alineadas en la hierba, las flechas. Me acerco a ella en silencio, pero no lo suficiente. Ella se gira poco a poco y me mira de arriba a abajo, pero no sonríe.

-Me alegro de verte despierta, Katniss. - le digo sentándome frente a ella.

-La chica del Distrito1 está muerta por mi culpa.

-Y la del seis por la mía. Y dentro de unas horas muchos más lo estarán, no podemos hacer nada. Sólo uno puede sobrevivir, Katniss.

-Chicos – interviene Rue – voy a ir a comprobar una cosa, vuelvo enseguida.

Rue sube a un árbol y salta a una rama del que hay al lado y así, en unos minutos, la perdemos de vista.

-Estoy cansado de salvarte la vida – cojo mi maleta y saco de ella una ardilla que cociné el otro día – No está caliente, pero al menos no está cruda. - se la tiendo a Katniss pero esta niega con la cabeza.

-No tengo hambre.

-Llevas días sin comer, toma.

-No, Gale.

-Está bien – guardo la ardilla y miro fijamente a Katniss a los ojos.- No podemos hacer esto solos, Katniss. ¿Nos aliamos o qué?

-De acuerdo. - me tiende su mano y yo la estrecho sin poder evitar sonreír. - ¿Sabes? He hablado con Rue. Es muy lista y sabe muchísimas cosas sobre los profesionales. Ser aliados no traerá muchas...

-Espera, espera. - digo haciendo que pare repentinamente - ¿Rue?

-Sí, Rue. La chica que me ha salvado la vida. - dice señalándose los brazos y el cuello, donde aun tiene hojas contra las picaduras.

-No vamos a aliarnos con ella.

-Yo creo que sí, Gale. Es lista.

-Es débil. Por favor, Katniss, es una niña. No te encariñes con ella, sabes que no sobrevivirá.

-¿Que no sobrevivirá? - Katniss me mira con los ojos muy abiertos. - Sabe más cosas del resto de tributos que tú y que yo y...

-Y luego la matarás tú, ¿no? - la interrumpo por segunda vez. Ella se queda en silencio, mirándome duramente – Cuando solo quedemos nosotros comprendo que me mates a mí. Solo soy un chico que lleva años siendo tu mejor amigo y es normal que puedas matarme. Soy peligroso y ya soy un adulto. ¿Sabes? Cada vez estoy más seguro de que podrías matarme a mí, pero cada día me resulta más imposible pensar que serías capaz de matar a una niña de doce años si sólo quedaseis vosotras dos.

Katniss abre la boca para contestarme, pero justo en ese momento unos ruidos tras unas rocas la interrumpen. Ambos cogemos nuestros arcos y unas flechas y en cuestión de décimas de segundos, ambos nos encontramos apuntando al mismo punto.

-Por favor, bajad los arcos.

De detrás de la roca aparece Rue. Ambos bajamos los arcos rápidamente.

-Ya te lo he dicho, Rue. No me pegues esos sustos.

-Tengo noticias. - Rue se acerca corriendo hacia nosotros y se sienta en el suelo. Katniss y yo la imitamos.
-Cuéntanos – dice mi compañera de distrito.

-Es sobre los profesionales. Llevo varios días vigilándolos y hoy he descubierto algo importante. Tienen los suministros apilados y alrededor han reactivados las minas. Bueno, debió de reactivarlas el chico del Distrito 3, pero murió hace unos tres días.

-Sí – afirmo – Clove lo mató. Pero eso ya lo sabía yo.

-Tengo un plan. ¿Y si destruimos sus provisiones? Casi nunca salen del prado porque allí tienen comida. Pero si los obligamos a entrar en el bosque tendremos oportunidades contra ellos. Conocemos el bosque mucho mejor.

Guardamos silencio hasta que Katniss finalmente habla.

-¿Qué te dije, Gale? Es lista. ¿Quieres aliarte con nosotros, Rue?

-Katniss espera....

-Sí – dice Rue entusiasmada. - No tengo muchas posibilidades si sólo voy de árbol en árbol.

-Katniss...

-Perfecto. Vamos a destruir sus provisiones.

-¡NO! - me levanto rápidamente mientras ellas me miran asombradas. - Lo siento Rue pero no voy a aliarme contigo y ese plan es mala idea, muy mala idea. ¿Creéis que van a estar allí esperando a que sus provisiones vuelen por los aires? No. Están siempre vigilándolas.

-Pero Gale, tú podrías entretener a Clove cuando haga guardia. - dice Rue.

-¿Qué? - Katniss se pone de pie y me mira fijamente.- ¿Eres aliado de una profesional?

-No. Y si fuera así no te importa, Katniss. No contéis conmigo para este plan. - me agacho y recojo mi mochila – Espero que os vaya bien, chicas. Supongo que nos veremos pronto.

Me alejo de la zona y comienzo a subir la cuesta. Si Katniss sube al prado, la matarán. Ya me lo advirtió Clove, no van a darle ninguna oportunidad.

Cuando llego a la Cornucopia el que hace guardia es Marvel. Poco a poco me acerco al árbol en el que duermo siempre. Subo y me aseguro con una cuerda para no caerme. Abro mi mochila y saco la ardilla. Está fría pero es comestible. Como un poco antes de idear un plan que me ayude a salvar a Katniss. Aunque sería más fácil dejar que se arriesgue y así no seré yo quien la mate, pero no puedo dejar que la persona a la que quiero muera, aunque esto aumente las posibilidades de convertirme en su asesino. Observo el montón de suministros entre las ramas de los árboles. Está rodeado de pequeños montículos de tierra que muestran que algo ha sido enterrado. Sólo espero que si Katniss llega hasta aquí no caiga en esa trampa y sepa utilizar las minas a su favor.

De repente noto movimiento por debajo de mí. Miro hacia abajo y veo a Marvel paseando entre los árboles. Lo más sigilosamente que puedo cojo el arco y una flecha. La coloco y tenso la cuerda, listo para disparar y terminar el trabajo que comencé el primer día en la arena. Pero justo cuando voy a disparar a su cuello el chico sale corriendo hacia la Cornucopia, gritando. Los ruidos hacen que Clove y Cato se despierten. Cuando lo hacen me percato de que estaban durmiendo más pegados que de costumbre.

No alcanzo a oír lo que dicen, pero veo como Marvel señala histérico el cielo. Cato y Clove cogen sus cosas y corren hacia el bosque. Me inclino sobre la rama, peligrando mi estabilidad, y alcanzo a ver un humo gris que se alza por entre los árboles. Debe ser cosas de Katniss y Rue.

Bajo corriendo del árbol y me acerco al prado. Pero no soy la única persona que lo hace. Al otro lado, cerca del lago, veo una pequeña silueta que se acerca al montón de suministros.

'No', pienso justo antes de salir corriendo.

-¡Katniss, no! - grito mientras corro por el prado con el arco en la mano. Katniss me mira interrogante.

-No te acerques, Gale. - dice sin apartar la mirada del montón de suministros. - La explosión podría llegar hasta ti.

-Katniss, no lo hagas. Esperaremos a que vuelvan. Veremos que camino trazan hasta llegar a las cajas de comida y cuando se vayan se las robaremos. Pero si lo destruyes, no quedará comida decente.

Katniss, que hasta ese momento no había dejado de apuntar hacia los suministros, levanta un poco la vista para mirarme.

-No me interesa robar la comida, Gale. Lo que quiero es destruirla. Yo puedo cazar cuando quiera. Pero ellos necesitan la comida para sobrevivir.

En cuanto termina de decir esto suelta la cuerda y la flecha sale disparada, haciendo un corte en una bolsa. Miro fijamente la bolsa y me percato de lo que son: manzanas. En cuando esa bolsa se abra, las manzanas provocarán que todo vuele por los aires. Mientras pienso, Katniss vuelve a disparar y aumenta el tamaño del corte. Sin pensarlo dos veces, cojo una flecha de mi carcaj y la coloco en el arco. Después apunto directamente a Katniss.

-No lo hagas.

Katniss permanece calmada. Nos separan unos diez metros, pero incluso a esta distancia soy capaz de ver si su expresión se altera o no. Y no lo ha hecho.

-No vas a disparar, Gale.

-Uno de los dos va a morir, Katniss. ¿Por qué retrasar el momento? - trago saliva. Las palabras que ahora mismo salen de mi boca en realidad no quieren salir.

-Dispara, Gale, si tienes valor. Yo, desde luego, es lo que voy a hacer.

Suelta la flecha. La bolsa se rompe y de ella salen varias manzanas rodando, en cuanto una toca el suelo las minas comienzan a explotar, produciéndose una reacción en cadena. Yo caigo hacia atrás por culpa de la explosión, soltando el arco. Poco a poco abro los ojos, lo único que escucho es un fuerte pitido. Tampoco veo nada, el prado se ha llenado de humo y polvo. Me da un ataque de tos y arrastrándome, me obligo a alejarme del montón de suministros incendiado. Cuando llego a los árboles, me escondo detrás de un. Poco a poco el pitido desparece y la tos cesa. Respiro profundamente y me asomo tras el tronco para ver lo que ocurre en el prado. Hay un bulto tirado en el suelo, inmóvil. Se forma un nudo en mi garganta. No he oído el cañonazo, pero después del jaleo que se ha montado, no me extrañaría que ya hubiese sonado. Sigo observando con cuidado. Katniss se mueve, o al menos su pecho sube y baja, lo que significa que respira. Poco a poco se incorpora, poniéndose de rodillas y gateando hacia un lado para recoger su arco. Entonces se cae y veo algo espantoso. Tiene una flecha negra clavada en una pierna. Trago saliva. Al salir disparado por la explosión, solté la cuerda que apuntaba hacia Katniss. Podría haberla matado.

En ese preciso instante llegan, desde el otro extremo del prado, los profesionales. Cuando Katniss los ve comienza a arrastrarse de espalda hacia los árboles.

-¡NO! -grita Cato corriendo hacia la destruida pila de suministros. - ¿Quién? ¿Quién ha...?

-¡AHÍ! - por encima de los gritos de Cato suena la voz de Marvel. No puedo describir el temor que siento cuando veo que tiene un brazo extendido en la dirección en la que Katniss, haciendo un esfuerzo por no gritar, se ha incorporado y, apoyada en un árbol, saca la flecha negra de su pierna.

No me lo pienso dos veces, y ellos tampoco. Corro escondido entre los árboles a la zona en la que está Katniss con el arco listo para disparar. Ellos también salen corriendo hacia Katniss.

-¡Esperad! - grita Clove, agachándose al suelo. - Mirad, es una de las flechas que llevaba Gale. Se la ha sacado de la pierna.

-¡Y eso qué importa ahora! ¡La chica que mató a Glimmer y la que casi nos mata a todos está por ahí, deja esa estúpida flecha! - grita desesperadamente Marvel.

-No le hables así – dice Cato, interponiéndose entre Clove y Marvel. No lo dice gritando, pero el tono de voz me asusta incluso a mí.

Decido seguir corriendo hacia donde ha desparecido Katniss. Cuando me he alejado lo suficiente me detengo y escucho a mi alrededor. Por encima de mí puedo escuchar tres pares de pies bajando la pendiente. Sin pensarlo tomo aire y sigo corriendo, pero esta vez no en silencio.

-¡KATNISS! - No me importa que me descubran, intentaré mantener a los profesionales alejados de ella. - ¡KATNISS! - los pasos siguen aproximándose hacia mí.

-¡Por allí!

-¡Podría ser una trampa! - oigo una voz femenina.

-¡Cállate! Quiero matar a ese imbécil.

-¡Que no le hables así, Marvel!

-¿Cómo puedes protegerla sabiendo que está aliada con él? ¿Por qué nos salvaría con las rastrevíspulas?

-A ti no tendría que haberte salvado, Marvel.

-Baja ese cuchillo, Clove, o juro que te atravieso.

-¡ESCUCHAD! - la voz de Cato hace que Clove y Marvel se callen.

-¡Katniss! - me detengo de golpe. Ese no he sido yo. Ni siquiera ha sido una voz de chico.

-Rue – susurro. Comienzo a correr ahora más rápido que nunca.

Si Rue está en peligro, Katniss no durará en ir. Pero a esa conclusión también han llegado los profesionales, que corren en la misma dirección que yo. De nuevo, Clove y Marvel discuten, pero esta vez no dejo de correr, y acelero. Debo encontrar a Katniss.

-¡Katniss! - los gritos cada vez se hacen más fuertes.

Tropiezo con una roca y caigo al suelo. Tomo aire fuertemente y me incorporo lo más rápido que puedo. Justo cuando lo hago oigo unos pasos corriendo hacia la dirección en la que yo corría. Pero esta vez no son tres personas, sino una. Continúo corriendo lo más rápido que puedo, buscando desesperadamente a Katniss.

-¡KATNISS! - no puede andar muy lejos.

Y entonces la veo. Medio corriendo, medio arrastrándose. Salto sobre ella y caemos al suelo.

-¡Suéltame!

-¡Calla, Katniss!

-¡RUE!

Se escapa de mis brazos y comienza a correr. Corro tras ella y, a pesar de su herida, es casi tan rápida como yo. Justo cuando diviso un prado del que provienen los gritos alcanzo a Katniss. La sujeto de un brazo y le tapo la boca. Caemos al suelo y nos escondemos tras un matorral. Entre las ramas veo a Rue tirada en el suelo, intentando zafarse de una red. Katniss también la ve y comienza a forcejear conmigo.

-Katniss – susurro – para por favor, es una trampa. Escucha, hablé con Clove. Ha intentado protegernos pero tanto Marvel como Cato están deseando encontrarte y matarte. Al parecer, les has causado bastantes problemas. Hay uno de ellos ahí y está esperando a que tú salgas para salvar a Rue. Y el que hay ahí no es el que puede salvarnos, no es Clove, sino ya lo sabríamos.

Siento un fuerte mordisco en el dedo que me obliga a soltarle la boca.

-¡RUE!

Sujeto con todas mis fuerzas a Katniss y me pongo sobre ella, impidiendo que se mueva y que hable.

-¡KATNISS! ¿Dónde....? - Rue es interrumpida por una risa aterradora que se aproxima cada vez más a ella.

Por entre las hojas veo a un chico alto, castaño. Marvel.

-¿Y tu amiga Katniss? ¿Dónde estás, Katniss? Puedo oírte.

-¡Suéltame! - grita Rue.

-¡Ah, no! No hasta que no comparta un par de palabras con tu amiga Katniss.

-Gale, - susurra Katniss bajo mí – por favor.

Veo como por su cara corren dos lágrimas y se me rompe el corazón. Aparto la mirada, no puedo dejar que maten a Katniss.

-Lo siento, no puedo. Prometí que serías tú quien volvería a casa. - miro hacia arriba, hacia el cielo, deseando por primera vez que una cámara me esté grabando – Será ella quien vuelva a casa, Peeta. Te lo prometo.

-¿Qué? - pregunta Katniss bajo mí.

-¿No apareces, Katniss? - Marvel vuelve a captar nuestra atención – Una lástima. 

Entre las hojas veo como levanta su lanza y cómo esta cae rápidamente hacia el suelo.

Suena un cañonazo.