viernes, 21 de junio de 2013

Capítulo 21. Locura.

Antes de nada, LO SIENTO MUCHÍSIMO. Iba a subirlo el fin de semana pasado pero al final no pude escribir absolutamente nada. Así que alguien me lo dijo por un comentario y le dije que lo subiría el lunes o el martes, pero resulta que tampoco iba a poder (termino los exámenes el lunes y, como es normal, después de una semana casi sin dormir, una quiere tirarse horas y horas durmiendo). Pero después pensé que si no lo subía tampoco alguien podría matarme, así que os lo traigo ya. No tengo nada más que decir, aparte de que TAL VEZ suba dos capítulos a la semana ahora que son vacaciones, no hay deberes, ni exámenes, etc. En fin, espero que os guste.
Saludos ^^



El sonido del cañonazo resuena en mis oídos. Marvel acaba de matar a Rue, pero yo podría haberlo evitado. ¿Por qué no lo he hecho? Ahora tengo que luchar no solo para contener a Katniss, que se retuerce violentamente; sino también para contenerme a mí.

-Puedo oírte, Katniss. – dice Marvel como si no acabara de matar a una inocente niña de doce años.

Por entre las hojas veo que se dirige hacia nuestro escondite. Cojo a Katniss por la cintura con una mano, y con otra le tapo la boca y, poco a poco, la obligo a avanzar de espaldas, arrastrándonos. Nos escondemos tras un árbol, pero Marvel sigue avanzando.

Noto contra mi pecho la respiración agitada de Katniss, quien ahora se retuerce para poder coger su arco. Se gira un poco, haciendo que mis ojos y los suyos se encuentren a tan solo unos centímetros de distancia, en ellos puedo ver como me suplica de nuevo. Quiere matar a Marvel y yo debería dejarla, pero Katniss aún no ha matado a nadie y no quiero que se convierta en una asesina. Los pasos de Marvel se hacen cada vez más fuertes. Con la mano con la que sujetaba a Katniss por la cintura descuelgo mi arco de la espalda. Me es imposible coger una flecha y prepararme para disparar, así que tengo que pensar algo rápido para ser yo quien distraiga a Marvel y que así Katniss pueda escapar.

-Corre Katniss. Cuando te suelte corre todo lo que puedas. – ella niega con la cabeza, pero esta vez no va a salirse con la suya. – Sí, Katniss. Hazlo por mí, por tu madre, por Prim.

Deja de forcejear y poco a poco, dejo de presionar su boca. Ella no emite ruido, pero tampoco aparta sus ojos de los míos.

-No hagas ninguna tontería, Gale. – me susurra.

Cojo una flecha negra de mi carcaj y la coloco en el arco.

-Vete, Katniss.

Ella duda un par de segundos, pero al final comienza a arrastrarse ladera abajo, escondida tras los árboles. Cuando la pierdo de vista vuelvo a poner atención en los pasos de Marvel, que debe estar a tan solo dos o tres metros de mí. Cojo aire y tenso la cuerda de mi arco, un paso más y me levantaré para clavarle esta flecha en el pecho. Vuelvo a oír las ramas crujir bajo sus pies y me preparo para levantarme. Pero un ruido hace que me tambalee y caigo al suelo.

-¿Qué se supone que has hecho, Marvel? – es la voz de Cato. Por suerte, Marvel se ha concentrado más en él que en el ruido que he hecho al caer.

-No tengo por qué darte explicaciones Cato, tú y yo ya no somos aliados.

-¿Has matado a la chica del once? ¿Cómo piensas ahora atraer a la del doce?

-¡Eso no es de tu incumbencia, Cato! - espero que la rabia de Marvel sea por haberse dado cuenta de que sin Rue no va a conseguir matar a Katniss.

-¡Sí lo es! – grita Cato más alto - ¡Porque sin la niña ninguno vamos a encontrarla!

Se hace el silencio y entonces Marvel vuelve a hablar, pero esta vez más tranquilo.

-¿Y por qué no le pides a tu novia que llame a su compañero? Seguro que ese tal Gale va corriendo. 

Podréis usarlo a él para encontrar a la de la trenza. Aunque claro, tu preciosa Clove no está en condiciones de llamar a nadie. – me arriesgo y me asomo un poco tras el árbol. Cato se está poniendo rojo de rabia y sujeta con fuerza el mango de su espada. – ¿Ha sonado ya su cañonazo o aún no?

Entonces Cato coge con ambas manos la espada y corre hacia Marvel, pero está demasiado lejos. Marvel le lanza su arma con todas sus fuerzas y esta se clava en el pecho de Cato, quien grita y cae al suelo. Marvel se acerca despacio y cuando llega a él, saca su lanza de la zona en la que se ha clavado.

-¿Dónde está, Cato? ¿Dónde está Clove? La necesito para encontrar a los dos tributos del doce. Tengo ganas de matarlos a los dos. – Cato emite un ruido y escupe sangre. - ¿No me lo dices? Una pena.

Marvel se agacha y le quita la espada a Cato y, como unos minutos antes había hecho con Rue, acaba con la vida del profesional, provocando que vuelva a sonar un horrible cañonazo.

-Una pena – oigo que susurra – Si me hubieras dicho dónde está muriendo tu compañera no tendría que buscar yo a todo el mundo, Cato. – veo como clava la espada y la lanza en la tierra para limpiarlas de sangre – Va a ser un placer matarla con la misma espada con la que he matado a su enamorado.

Después sale del pequeño prado en el que han quedado dos cuerpos ensangrentados. Yo aguardo unos segundos para asegurarme que no vuelve. Después me pongo de pie, aún temblando. Ese chico se ha vuelto completamente loco y no va a parar hasta encontrarnos a Katniss y a mí. Y a Clove. Tengo que encontrarlas antes de que lo haga él.

Comienzo a correr colina abajo, pero esta vez no puedo llamar a Katniss, esta vez debo ser mucho más silencioso. Marvel habrá ido al lugar en el que hirió a Clove. Espero que ésta haya sido lo suficientemente lista y se haya escondido.

De repente oigo un ruido extraño. Son como miles de gritos agudos. No puedo evitarlo y decido echar un vistazo a lo que sea que está provocando ese chirriante jaleo. Llego a una zona rocosa. Me doy cuenta de que es la misma zona en la que Rue cuidó de Katniss. Sigo avanzando y me encuentro con un pequeño acantilado de siete metros aproximadamente. Echo un vistazo al fondo. Hay cientos de pequeñas ardillas que corren de un lado para otro. Entonces me doy cuenta de que todas intentan juntarse en un mismo punto. Y ese punto es…

-¡¿Will?!

Y entonces me doy cuenta de lo que es. No son ardillas normales, son mutos. El Capitolio debe haberlas modificado genéticamente para que tengan una misión: encontrar a un tributo y matarlo. Al igual que las rastrevíspulas, pero en esta ocasión el tributo al que atacan es Will, quien está en mitad intentando defenderse.

Will mira hacia arriba y me llama. Cae al suelo, rendido, a punto de morir. Entonces recuerdo como en los primeros días tuvo la oportunidad de matarme y no lo hizo.

Me doy cuenta que desde que casi disparo a Marvel no he soltado el arco, ni he destensado la cuerda un milímetro. Así que no lo pienso dos veces y disparo hacia el acantilado. Acierto a una ardilla, pero son miles y no tengo flechas suficientes para matarlas a todas. Intento pensar lo más rápido que puedo y entonces tengo una idea. Me acerco al árbol más cercano y arranco una gruesa rama de él. Después de mi mochila cojo la cuerda con la que me ataba al árbol por las noches para no caer. Ato un extremo de la cuerda alrededor de la rama y la lanzo por el acantilado, sin soltar el otro extremo de la cuerda.

Bajo la marabunta de ardillas, Will comienza a arrastrarse hacia la rama y cuando la alcanza se sienta sobre ella, manteniendo la cuerda entre sus piernas, y me hace una señal para que tire.

Con toda la fuerza de la que soy capaz tiro de la cuerda y noto como, poco a poco, el cuerpo de Will comienza a subir, alejándose de los mutos. Tras varios minutos, consigo subir a Will por completo. Tiene varias ardillas aún enganchas en su cuerpo. Me acerco corriendo hacia él y se las quito, arrojándolas al acantilado. Unas pocas no son un peligro, pero todas juntas… Observo el cuerpo de Will, lleva la ropa rasgada, la cara llena de arañazos y en un brazo le falta un buen trozo de carne. Pero lo peor está en el pecho, donde puede verse una de sus costillas. Me tiende la mano y veo que sujeta algo alargado y negro. Mi flecha.

-Gracias, Will – digo cogiéndola y guardándola en el carcaj.

-Gracias a ti, Gale. Si no fuera por ti ahora mismo estaría muerto.

Lo observo de nuevo. No creo que aguante mucho tiempo con vida.

-¿Dónde está Cassy?

-Salió corriendo cuando vio a las ardillas. Yo la seguía pero siempre ha sido más rápida que yo. De que vio que me cogían intentó ayudarme, pero le grité que corriera. Por suerte me hizo caso.

-¿Quieres que la busquemos?

-¿Crees que estoy en condiciones de buscarla, Gale?

Me acerco y lo cojo en volandas, por suerte pesa poco. Comienzo a caminar.

-Gale, ¿qué haces?

-Ayudarte a encontrar a Cassy.

-¿Por qué?

-Porque tú una vez pudiste matarme y no lo hiciste, por eso.

Guardamos silencio. Tener a Will en brazos me impedirá defenderme si apareciese Marvel, pero siento que le debo algo. Cuando llevamos un rato caminando, Will me pide que me detenga. Le hago caso y lo suelto, pero tiene que apoyarse en un árbol para mantenerse en pie.

-Nuestro campamento está por aquí. Seguramente volvió para recoger nuestras provisiones.

-¿Tenéis muchos patrocinadores? - digo pasando su brazo sobre mis hombros y ayudándolo a avanzar poco a poco.

-Bueno...unos pocos. Supongo que es lo bueno de tener a padres ganadores. ¿Tú has recibido muchos paracaídas?

-Ninguno, pero Katniss recibió uno.

Por entre los árboles oigo a alguien correr. Suelto rápidamente a Will y lo empujo contra un árbol, al que se queda agarrado. Cojo mi arco y una flecha y me preparo para disparar. Los pasos aumentan. No es una persona, sino dos. Entre los árboles aparece Katniss, quien corre hacia abajo y no se percata de nuestra presencia. Detrás de ella, corre una chica rubia que la alcanza enseguida. Lleva un arma como la que tenía Will el primer día que nos encontramos en la arena, una especie de navaja con un mango de espada dorado. Cuando alcanza a Katniss, la coge del cuello y la pega contra un árbol. Katniss se retuerce e intenta coger aire desesperadamente, pero no consigue respirar. Cassy pone su arma junto a su cuello. Puedo ver locura en sus ojos. Disparo la flecha que se clava en el árbol en el que Katniss está arrinconada. Cassy se sobresalta y suelta a Katniss, que cae al suelo, intentando recobrar el aire. Entonces la chica del Distrito 6 clava su mirada en mí. Después sus ojos van hacia donde se encuentra Will, que tiene la cara blanca.
Cassy suelta un grito de sorpresa, su arma cae al suelo y tapa su boca con la manos.

-Will – susurra, mientras dos lágrimas caen por sus mejillas.  

6 comentarios:

  1. *APLAUSOS!!!*
    PERFECTO!! Me encantooooo, ya tengo ganas del siguiente:)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Wiii *-* me alegra que te guste (:
      Pues no tengo la más remota idea de cuando lo subiré, pero intentaré que sea lo antes posible.

      Eliminar
  2. PUUUUTA, ¿COMO ERES CAPAZ DE DEJARME ASI EH? CON LO QUE YO TE QUIERO Y TE ECHO DE MENOS...
    No me esperaba para nada que Cato fuera el segundo profesional en morir y que Marvel se volviera tan sanguinario... Y lo de Cassy y Will, y las ardillas y Katniss me ha encantado.
    Un capitulo perfecto, Ana, espero el siguiente pronto;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. JAJAJAJAJA lo siento(? Es que he decidido ser igual de cruel que tú con tu historia. Y yo también te hecho MUCHÍSIMO DE MENOS.
      Y no vuelvas a tardar tantísimo en subir capi, que sabes que yo los subo todas, o casi todas, las semanas :)

      Eliminar
    2. Como que todas o casi todas? Tardas 15 dias en cada capitulo asi que no te me quejes eh, ya me diras si el capitulo del viernes te gusto eh!
      Y NO ME DES MAS SUSTOS CON ESTOS CAPITULOS EH

      Eliminar
    3. JAJAJ Tú capi fue, sencillamente, una pasada. Pero te tengo que regañar de todas formas.
      Y no te quejes de mis sustos! Que mira los tuyos -.

      Eliminar