viernes, 6 de septiembre de 2013

Capítulo 5. Recuerdos

Como os habréis dado cuenta soy un desastre para todo. ¿Viernes 8? No hay un viernes 8. En fin, ahora no sé ni mirar el calendario. Felicitarme (:
En fin, como hoy es viernes día par (6, no 8) toca capítulo. Y aquí lo tenéis. En fin espero que os guste y disfrutad lo que queda de verano. Yo me pasaré esta semanita y media terminando de escribir cerca de 30 capítulos jaja
Un saludo a todos ^^
Por cierto, ahora corregiré el fallo de cuándo es el siguiente capítulo.




-Solo llevas un par de horas, pero creo que el tratamiento de Atalanta comienza a funcionar – comenta Madox mientras clava el tenedor en un trozo del filete.
Estamos en un restaurante del Capitolio, comiendo. Hace tan sólo una hora estaba intentando recuperarme del impacto al descubrir otra cicatriz bajo el labio de Cato. Después de eso, Atalanta había decidido seguir con ello por la tarde, cuando hubiera recuperado fuerzas.
-¿Por qué lo dices?
-Recuerdo cuando llegaste al Capitolio, antes de los juegos. Eras frío como el hielo y sospechabas de cualquiera. Tenías una mirada que analizaba hasta el más mínimo detalle en busca de algo que pudiera serte útil para cualquier cosa que estuviera cociéndose dentro de esa cabeza. Llevas sin hablar desde que salimos de la casa de Atalanta y no dejas de escudriñar a tu alrededor, como si buscaras algo.
-Me extraña que no haya nadie vigilándome. Tiene que haber algo que me observa – comento sin más.
-¿Lo ves? Ese tratamiento ya ha hecho efecto – asegura, apuntándome con el tenedor. - Vuelves a ser como al principio.
Este gesto podría haberme puesto alterado, pero no lo hace. Tal vez sea porque estoy alerta desde que descubrí esa cicatriz pero, sin embargo, ahora mismo sepa cuáles son las personas de las que me puedo fiar. Ese cuchillo supone una amenaza, un arma; pero no en manos de Madox.
-Sólo me parece extraño. Tenían pensado seguirme hasta tu casa cuando bajamos del tren. No creo que me dejen sin vigilancia cuando estoy en un restaurante rodeado de gente.
A decir verdad, Madox tiene razón. No dejo sin inspeccionar ni un rincón del restaurante en busca de cualquier cosa: un bulto, una lente, alguien que me mire demasiado, un brillo... cualquier cosa. Aunque lo que más abunda en este establecimiento son los brillos. Las paredes son de colores llamativos y fluorescentes, rosas, amarillos, verdes, naranjas y azules; y el espacio está lleno de mesas de los mismos colores y recubiertas con purpurina. El restaurante, además, está a rebosar de gente, tanto en las mesas comiendo como en la barra tomando refrescos o bebidas alcohólicas. Con esta estampa es difícil encontrar algo sospechoso.
-Relájate, ¿quieres? El Presidente Snow les habrá dicho que eres seguro y que no necesitas vigilancia – le lanzo una mirada acusadora a Madox por hablar tan alto – Oh, vamos. La gente tiene mejores cosa que hacer que cotillear nuestras conversaciones.
En ese momento veo como dos chicas del Capitolio me señalan desde la mesa más alejada, se levantan y caminan hacia nosotros.
-De todas formas, me gustaría que bajases la voz Madox – contesto justo cuando las chicas han llegado a la mesa.
-¡Ay! - grita una de ellas, que tiene el pelo morado y formando extrañas espirales - ¿Eres Gale? ¿El ganador de los septuagésimos juegos del hambre?
Ganador. Me quedo pensativo un instante, con el ceño fruncido y mirando a Madox de reojo, quien me mira a su vez y me hace gestos para que siga hablando mientras vuelve a concentrarse en su filete.
-Sí... Soy yo.
Bajo la mirada a mi plato, un plato de arroz cargado de verduras y numerosos ingredientes que desconozco. No puedo creer que acabe de admitir que soy el ganador cuando no me siento como tal.
-¡Te lo dije! - exclama la otra choca, con el pelo dorado y liso, pegado a ambos lados de la cara – Nunca me haces caso.
-¡Ay, qué exagerada! - mientras hablan me doy cuenta de que vuelvo a sentir asco hacia ellos, hacia su acento – De todas formas es a ti a quien le gustaba. Yo era de Marvel. Lástima que la estúpida esa lo matara.
El tenedor se me escurre de los dedos. ¿Estúpida? Ni siquiera me importa que prefiriera al sádico de Marvel antes que a mí pero, ¿llamar estúpida a Clove?
-Pues a mí me gustó su muerte. Al menos fue mejor que la de Clove. Si hubiese estado más fuerte habría sido una batalla interesante.
Las manos comienzan a temblarme. Recuerdo llegar al Capitolio, hablar con mi equipo de preparación y con Portia y sentirme tonto por haberlos prejuzgado. Parecían seres normales. Pero estas chicas están mostrándome ahora mismo la forma en que yo veía a los habitantes del Capitolio, como aquellos que disfrutan de la muerte de veintitrés niños al año.
Frente a mí, Madox carraspea y deja su filete para enfrentarse a las chicas.
-¿Os importaría dejarnos? Nos molestáis.
-Déjalas, Madox – comento con una fingida tranquilidad – No ven lo que ocurrió allí en verdad. Ni ellas ni ninguno lo entiende. - doy un puñetazo en la mesa, llamando la atención de casi todos los presentes y me giro para mirar a las chicas cara a cara – Yo no quería matar a Clove. Es más, si ella no hubiera escondido el cuchillo me hubiera suicidado para que ella hubiese ganado. Y si volviera a tener esa oportunidad, lo haría. Clove era mi amiga – recalco estas dos últimas palabras y las chicas retroceden un paso – Clove me ayudó hasta el último momento. Era una persona como vosotras, con sentimientos. Así que dejad de comentar su muerte como si fuera algo gracioso. ¡Porque no lo es!
Las chicas se dan la vuelta y corren hacia la salida sin mirar hacia atrás de nuevo.
-Gale, relájate – oigo que me pide Madox, aunque yo escucho como si estuviera a metros de distancia.
Parpadeo con fuerza e intento concentrarme dónde estoy. Por un segundo me veo en el bosque, frente a Katniss  el chico del Distrito 11, con un cuchillo en la mano, después veo que unas paredes fluorescentes me rodean y abro las manos, que eran puños. Escucho el ruido metálico que hace el cuchillo al caer de mi mano.
-¿He cogido un cuchillo? - pregunto sin apartar la mirada del cubierto.
-Sí. Mientras les gritabas tu mano tanteaba la mesa en busca de un objeto, como si necesitara algo a lo que aferrarse. No parecía consciente de estar haciéndolo.
-Porque no lo era. Termina – digo mientras me levanto de un salto y me limpio la boca con una servilleta – tenemos que ver a Atalanta.

-Has vuelto antes de lo que pensaba. ¿Has recuperado fuerzas? - pregunta la voz de Atalanta en cuanto me engulle la niebla.
-Dije que volvería.
-Pensé que después de lo que has visto aquí, saldrías corriendo de vuelta al distrito. ¿Has recuperado fuerzas?
-No soy un cobarde. No saldría corriendo.
-¿Has recuperado fuerzas? - pregunta de nuevo.
-Apenas. Pero he hecho algo que me ha impulsado a regresar antes de que terminara de recuperarme. Necesito parecer alguien inocente, alguien que no parezca a punto de matar a alguien. - pido, recordando lo que hizo Haymitch para parecer inocente: cuidar animales en la Gira de la Victoria.
-¿Es eso lo que quieres? ¿Ser una marioneta inofensiva?
-¡Es lo mejor para todos! - grito con todas mis fuerzas.
-Vénganos – pide una voz que no pertenece a Atalanta.
-¡Deja de hacer eso! ¿Qué quieres? ¿Que me enfrente al Capitolio? ¡Tú eres una de ellos!
-Yo sólo quiero que vuelvas a ser tú, Gale. El chico que luchaba por llevar comida a su familia, el que odiaba al Capitolio y la única persona con la que compartía sus pensamientos era con su mejor amiga. El chico que comerciaba con todo lo que cazaba ilegalmente en el bosque.
-¿Cómo sabes...? - comienzo, pero me interrumpe.
-El chico que lo único que temía era que ella saliera elegida. El chico que odiaba ver los juegos y que no permitía que sus hermanos pidieran teselas llegando a tener cuarenta y dos veces su nombre en las papeletas. El chico que no confiaba en una chica del Distrito 2 porque era una profesional.
-Pero me equivocaba...
-¡Ese eras tú, Gale!
La niebla me engulle de nuevo y frente a mí aparecen cientos de imágenes a toda velocidad. Yo cogiendo a Prim y alejándola del escenario, yo subiendo a ese escenario, yo observando a mi alrededor con perspicacia en el desfile de los tributos, yo montando trampas y encendiendo fuegos, yo quitándole el arco a Glimmer y disparando una flecha al corazón de la silueta. Yo en el bosque.
-Es lo que quieren. Que una parte del distrito sea adinerada mientras que otros estamos muriéndonos de hambre. Quieren que entremos en conflicto. Les conviene que desconfiemos uno de los otros, Catnip.
La imagen se congela, observo la escena desde la linde del bosque mientras que el otro Gale y Katniss están en lo alto de la colina, en nuestro punto de reunión. Recuerdo esa tarde.
Paseábamos por el Edificio de Justicia, hacia la casa del alcalde para venderle unas cuantas fresas. Cuando terminamos en su casa, Katniss y yo decidimos dar una vuelta alrededor de los comercios cuando una mujer salió de una tienda y comenzó a gritar.
-¡Fuera de aquí! Estoy cansado de ver cómo venís aquí a robar. Los de la Veta podríais trabajar en vez de molestar a los que se ganan la vida.
Comencé a avanzar en dirección a la mujer y Katniss me agarró el brazo y tiró de mí con fuerza. Yo dejé que lo hiciera, no tenía ganas de montar un espectáculo ni de que los Agentes de Paz nos arrestaran. Pero la sangre seguía hirviéndome bajo la piel.
-Había cámaras – susurro cuando el recuerdo se desvanece.
-Siempre las hay. - me responde la voz de Atalanta.
-¿Cómo has conseguido esa grabación?
-Eso, Gale, es información confidencial. Lo único que debes saber, es que estoy intentando ayudarte. Quiero enseñarte una última cosa de Clove.
La imagen del bosque desaparece y se me forma un nudo. Necesito volver a adentrarme en su interior. Ante mí aparece de nuevo otro bosque, pero este es diferente al anterior. Mientras que en el que me adentraba con Katniss me hace sentir melancólico, con éste me llena el pavor. Estoy en el borde del bosque. Si diera dos pasos más, podría ver con claridad el prado en el que está la Cornucopia. A mi lado, apoyada en un árbol está Clove, observando algo detrás de ella. Me acerco a su lado y descubro lo que observa por entre los árboles. Marvel y yo peleamos. Veo como Clove se muerde el labio y juguetea con uno de sus cuchillos. Después niega con fuerza la cabeza y, agarrándose al costado donde está su herida, corre hacia la nosotros.
Al principio no sé por qué me muestra Atalanta esta imágenes, sin embargo, antes de pensar bien la respuesta, digo el por qué.
-Dudó.
-Exacto – parece orgullosa. - Ten esto presente, Gale. Hasta en el último instante podrás cambiar de idea pero, una vez que hayas tomado una decisión, no hay vuelta a atrás. Usa esta información tanto para el futuro como para comprender el pasado.
-Está bien.
-Ahora, vamos a ver un poco cómo fueron los juegos de Cassandra y Will. Ya sabes que el padre de ella y la madre de él son hermanos y, en su momento, fueron ganadores de los juegos.
-Sí. Del Distrito 6. Se rumoreó que se estaba entrenando a los niños de allí.
Podría ser todo una venganza del Capitolio. Tal vez descubrieron que los entrenaban y decidieron vengarse de aquellos que una vez ganaron. ¿Y si esperaron al mejor momento para enviar a los hijos de los ganadores para que tuvieran que matarse entre ellos? ¿Y si esta edición de los juegos hubiera estado planeada desde el principio para que fuese un castigo por todos los delitos cometidos a lo largo de los años por los propios tributos o por familiares?
-¿Listo?
-Sí – contesto con decisión.
La niebla se espesa y desaparece inmediatamente para mostrarme a Cassy y a Will. Parece que están discutiendo.
-¿Por qué no lo has matado? - pregunta Cassy, histérica.
-No era el mejor momento.
-¡Claro que lo era! Sólo tenemos que matarlos a ellos. Matamos a Gale, uno menos. Sólo queda Katniss.
-Katniss está bien escondida. Sin Gale jamás la encontraremos. Cassy, - Will agarra por los hombros a su prima, intentando tranquilizarla - se aliarán con nosotros, lo sé. Tendremos cientos de oportunidades para acabar con ellos pero relájate. Primero deben encontrarse el uno al otro.
La niebla vuelve a espesarse.
-Ya sabía que tenían pensado matarnos. Pensaban que así los dejarían volver a ambos. - comento antes de que Atalanta me confunda con sus preguntas.
Ella no responde, sino que me muestra otras imágenes. Estoy con Cassy y Will, que caminan por el bosque en busca de comida seguramente cuando Will grita y se agarra el hombro, donde tiene una ardilla enganchada. Tira de ella para separarla de su hombro y, al hacerlo, el animal se lleva un trozo de carne. Se retuerce rabioso en la mano de Will. Tiene los ojos rojos y grita, pero no son gritos de animales, sino de personas.
-Corre, Cassy – grita Will cuando otra ardilla se lanza contra él desde un árbol cercano - ¡Corre!
-¡No! - grita Cassy intentando acercarse a Will para ayudarlo, pero él la apunta con su arma, la extraña navaja, y la obliga a retroceder.
Cassy corre en dirección opuesto y como ya vi lo que le pasó a Will, decido seguirla. Es más rápida que yo, así que tengo que correr como nunca lo he hecho para no perderla de vista. Salta los árboles y los matorrales con elegancia y rapidez. Tropieza con una raíz pero en lugar de caer de bruces al suelo, rueda y se incorpora rápidamente para seguir corriendo.
-¡Cassy!
Casi me choco contra ella cuando se detiene para observar a su alrededor. Frente a ella está Katniss, que se acerca a ella. 'No' pienso 'No es de fiar'.
A Cassy le arden los ojos. Se abalanza contra Katniss y la golpea en el pecho con el puño. Katniss expulsa todo el aire y tose para recuperarlo. Extiende el brazo hacia su espalda, pero Cassy vuelve a lanzarse sobre ella y le arrebata el arco de la otra mano. Katniss permanece aturdida unos instantes, los cuales Cassy aprovecha para golpearle en la cara con la mano. No lo hace con la mano cerrada, ni con los dedos. Lo hace con la palma, con fuerza, así que el golpe no suena, pero Katniss pierde el equilibrio y cae al suelo. Cassy rebusca en su chaqueta para encontrar el arma, pero Katniss ya está de pie y corre colina abajo. Por un momento me alegro de no haber tenido que luchar con Cassy. No es de constitución delgada, más bien tiene todos los músculos hinchados y tensados, listos para atacar. No se le notaban en los entrenamientos, cuando la sudadera ocultaba su figura, pero ahora que se ha quitado la cazadora y sólo lleva una camiseta de tirantes y deja sus músculos a la vista me doy cuenta de que la chica debe llevar años luchando. A Katniss no se le da bien el cuerpo a cuerpo por culpa de su estatura y su constitución; yo podría defenderme, pero contra Cassy no vencería.
La niebla se vuelve espesa y deja ver otra escena algo familiar. Will está tumbado en un saco de dormir. Su cara está pálida y húmeda por culpa del sudor.
-¿Cómo estás? - Cassy se tumba junto a él y entrelaza los dedos de su mano con los suyos. Las lágrimas no tardan en asomar.
-Muriendo – contesta Will e intenta reír, pero de su garganta sólo sale un gruñido.
-No vas a morir. Vamos a salir de aquí. Voy a matarlos ahora que están hablando. - Cassy saca su arma e intenta incorporarse.
-No – dice Will sin fuerza, agarrando el brazo de Cassy.
-Sí. Si lo hacemos podremos volver a casa. Te curarán y te salvarás, Will.
-Aunque los mates aún nos quedan tres. Dudo que puedas tú sola.
-El Capitolio dijo que ganaríamos si los matábamos. Enviarán mutos o algo para que acaben con ellos.
Al oír la palabra 'mutos' a Will lo recorre un escalofrío. Niega con la cabeza e intenta hablar con calma, aunque resulta imposible que su voz no suene forzada a mantener un tono normal.
-El plan de Séneca comienza a tener agujeros, Cassy.
-Mi padre se encargarán de lo cumplan. Nos sacará de aquí.
-Cassy no puedo dejar que mates a Gale. Él me ha salvado la vida.
Abro los ojos tanto como Cassy. Tenían pensado matarnos, podrían haberlo hecho... y Will decidió salvarme en el último momento.
-Tú también lo salvaste a él. Podrías haberlo matado...
-Gale podría haber fingido no verme, Cassy. Pero aun así me salvó. Si estoy vivo, es para despedirme. Escúchame, mañana será otro día. Seguramente no esté y harás lo quieras. Mátalos si quieres pero mientras yo esté vivo no puedo permitir que mates a Gale. Ni a nadie en realidad, nunca he querido que te convirtieras en una asesina.
-No vas a morir – susurra Cassy mientras las lágrimas corren por sus mejillas. - Prometiste que siempre me protegería, que siempre estarías a mi lado.
-Y lo haré, Cassy.
-¡Para! - grito, y la imagen se detiene – No debería estar viendo esto. Ya sé todo lo que necesitaba de este momento. Déjalos ya.
-Todo Panem lo vio. ¿Por qué tú no?
-Todas las personas normales de Panem apartaron la vista. El resto no tiene respeto por nada.
-Tal vez. Ha llegado el momento de su muerte.
-No, por favor.
Pero no hace caso de mis súplicas.
Cassy corre hacia los gritos de Will, con lágrimas en los ojos, mientras saca el arma de su chaqueta. Llega cerca de Will y se lanza entre los mutos para alcanzarlo.
-Juntos – susurra acercándose a su oído.
Will saca su arma del cinturón y lo coloca sobre el corazón de Cassy, ella hace lo mismo en el suyo. Después, se abrazan y llegan los cañonazos, seguidos.
-¿Por qué querías que viera esto?
-La misión de los mutos no es matar, sino torturar. Torturar hasta el enloquecimiento, hasta que estés inconsciente, inofensivo, moribundo... pero sin llegar a matarte. Lo que el Capitolio quiere es que seáis los tributos los que os manchéis las manos de sangre. Eso es lo que fascina a la gente, ver cómo os convertís en asesinos. Ellos se asesinaron el uno al otro para dejar de sufrir.
-¿Pero por qué me enseñas esto?
-Cuestiono tu formación anterior a los juegos.
-Los juegos han terminado – añado, poco convencido – No necesito conocer estos trucos.
-Tanto tú cómo yo sabemos que tus juegos no han terminado, Gale.
La niebla desaparece por completo y frente a mí encuentro a Madox con los brazos cruzados sobre el pecho y sentado en una silla.
-Hora de ir a casa – anuncia. - Mañana vendremos de nuevo.
Clove, Cassy y Will. Sé de quién es el turno mañana.
Katniss.



2 comentarios:

  1. Hola, eres un blog encadenado, pasate por mi blog para saber más:
    http://thg-unaprofesionaldiferente.blogspot.com.es/2013/09/blogs-encadenados.html
    Por cierto el capitulo me ha encantado.

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    1. Gracias, en cuanto pueda me paso :)
      Me alegra que te haya gustado ^^

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